Los clichés que amamos (y cómo hacerlos tuyos en romance) + challenge
Hola, Abejita. 🐝 Si algo hemos aprendido de las historias románticas, es que el amor tiene muchas formas de sorprendernos, incluso cuando sigue patrones predecibles que nos hacen suspirar. Los clichés, esos elementos que parecen repetirse una y otra vez en los libros de romance, no son una mala palabra en este género. Al contrario, pueden ser el ingrediente que haga que los lectores se enamoren de nuestra historia. Hoy quiero contarte cómo los clichés pueden dar un toque especial y único a tu historia romántica, y cómo hacerlos tuyos para que no suenen a “lo mismo de siempre”, sino a una versión renovada que siga encantando.
1. Los clichés en el romance: ¿por qué los amamos tanto?
Puede que hayas escuchado que los clichés son “predecibles” o “previsibles”, pero en el romance funcionan como una especie de refugio emocional. Leer sobre el “enemigos a amantes” o el “falso compromiso” nos da una sensación de familiaridad, de confort. Sabemos que al final de ese viaje, encontraremos un final feliz, y eso nos tranquiliza. Este tipo de historia responde a nuestro deseo de que las cosas salgan bien, de que el amor triunfe a pesar de todo. Los clichés funcionan en el romance porque tocan fibras emocionales universales y despiertan nuestros anhelos más profundos.
Entonces, ¿por qué no aprovechar esta conexión especial para construir una historia que, aun basándose en un cliché, sea única?
2. Clásicos atemporales: los clichés que nunca fallan
Vamos a repasar algunos de los clichés más queridos (y efectivos) del género romántico. Si ya los conoces, quiero que los mires desde una nueva perspectiva, porque cada uno de estos puede transformarse en algo completamente distinto si aplicas algunos pequeños giros.
a) Enemigos a amantes
El enfrentamiento inicial seguido de una atracción inevitable es un clásico por una razón: hay algo delicioso en ver cómo dos personas, que inicialmente no se soportan, llegan a descubrir que son perfectas juntas. El truco para hacerlo tuyo, Abejita, está en construir bien el motivo de la rivalidad. Dale a tus personajes un conflicto que realmente importe, y haz que sus diferencias tengan raíces profundas. Así, cuando finalmente se enamoren, el impacto será mucho mayor.
b) Falso compromiso
El “fingimos ser pareja por X motivo” puede ser encantador porque permite a los personajes experimentar los beneficios del amor sin asumir el compromiso. Pero, ¿y si les damos una vuelta? ¿Y si en vez de simular un noviazgo, tienen que fingir que se odian? Imagina a dos personas locamente enamoradas que, por algún motivo (familia, amigos, contexto), necesitan que todos crean que no se soportan. La tensión entre lo que sienten y lo que aparentan puede dar pie a escenas maravillosas.
c) Segunda oportunidad
El cliché de reencontrarse con un amor perdido tiene la capacidad de tocar el corazón porque nos habla de redención y segundas oportunidades en la vida. Puedes hacerlo único si muestras el crecimiento personal de ambos personajes en los años que estuvieron separados. Esta historia no se trata solo de volver a conectar, sino de reconectarse con nuevas versiones de ellos mismos.
d) Amistad que se convierte en amor
Este cliché es hermoso porque nace de la base de una relación sólida. La clave para hacerlo especial está en el descubrimiento, en esos pequeños detalles que el personaje empieza a notar en la otra persona y que antes pasaban desapercibidos. Añadir momentos de tensión emocional o cambios sutiles en la manera de mirarse, puede ayudar a que el lector experimente esa transformación de sentimientos.
3. Cómo personalizar los clichés y hacerlos tuyos
Ahora que hemos recordado algunos clichés, vamos a ver cómo puedes poner tu propio toque a estos recursos narrativos sin que pierdan su esencia. La clave está en los personajes, Abejita. No importa cuán familiar sea el cliché, si el lector se enamora de tus personajes, sentirán que la historia es fresca y única.
a) Dale a los personajes un trasfondo profundo
Un buen cliché se convierte en algo extraordinario cuando le añades realismo. No te limites a que sean “enemigos” o “viejos amigos”. ¿Qué experiencias de su vida les han llevado a sentir así? Un trauma de la infancia, una experiencia compartida, una inseguridad particular. Esto hace que el lector entienda su resistencia inicial y aprecie aún más el momento en que deciden arriesgarse y entregarse al amor.
b) Cambia el contexto
¿Quién dice que una historia de “enemigos a amantes” tiene que ser en una oficina o en un pequeño pueblo? Juega con el escenario. Puede ser una aventura en medio de un bosque, una competencia de cocina, o incluso una expedición en alta mar. Un nuevo ambiente le da aire fresco a la historia y puede influir en cómo evolucionan los sentimientos de los personajes.
c) Juega con los puntos de vista
Si el lector ve la historia solo desde un personaje, puede empatizar con él, pero, ¿y si ambos personajes tienen voz? Alternar puntos de vista crea una conexión emocional más profunda. En una historia de “falso compromiso”, el lector podría ver la inseguridad de uno y los dilemas internos del otro. Esa tensión añadida hace que el cliché sea irresistible.
d) Añade giros inesperados
Abeja, imagina que tus personajes, en lugar de caer en los roles esperados, reaccionen de formas inesperadas. ¿Qué tal si en la historia de “segundas oportunidades” uno de ellos no está seguro de querer retomar la relación? O en el cliché de “amistad que se convierte en amor”, uno de ellos decide mudarse lejos. Estos giros de trama pueden mantener al lector en vilo y evitar que la historia se sienta predecible.
4. Conclusión:
Los clichés como un punto de partida, no como una meta
Al final del día, los clichés son como la base de una receta que puedes condimentar a tu gusto. Sirven como un punto de partida para crear una historia que toque a los lectores, y no hay nada malo en aprovecharlos para conectar con sus emociones. Lo importante es que tu voz esté presente y que tus personajes brillen por quienes son, no por el cliché en el que se ven envueltos.
Dale vida a tus propios clichés románticos
¿Te animas a escribir una escena romántica utilizando alguno de estos clichés? Te invito a probarlo, Abejita. Déjala en comentarios y la semana que viene hago un recap en mi instagram. Quizá descubras que ese cliché que creías trillado tiene el potencial de convertirse en algo realmente hermoso y tuyo. Si te animas, cuéntamelo en los comentarios, ¡me encantaría saber cómo das tu toque personal a estas historias! 🌹
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