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Cómo mi vida influye en mis novelas



Es curioso cómo la vida cotidiana, incluso la más rutinaria, puede convertirse en la fuente más rica de inspiración para una escritora. Aunque a veces mi día a día se limite a visitas al médico, sesiones de fisioterapia, escritura y lectura, siempre encuentro pequeños momentos que se cuelan en mis historias. De hecho, muchas de mis novelas están llenas de detalles personales y vivencias propias que he transformado en ficciones.





La gofrería de Carlos: Inspiración en una cafetería de Barcelona


Uno de los ejemplos más claros de cómo mi vida personal influye en mis novelas es la gofrería de Carlos en *Te quiero más que los gofres de chocolate especiado*. Esta escena tan especial nació en realidad de una cafetería que solía visitar en Barcelona, un lugar acogedor que me encantaba. Y sí, también había un "Carlos" real, que me inspiró tanto en su amabilidad como en la pasión con la que llevaba su negocio. Esa pequeña cafetería, sus aromas, su ambiente, se convirtió en el escenario ideal para uno de los personajes más queridos de mi novela.


Una Navidad en Nueva York: La ciudad que nunca duerme


En *Una Navidad real*, quise plasmar la magia que viví en mi viaje a Nueva York en 2018. Los lugares que menciono en la novela, los eventos navideños y esa atmósfera única de la ciudad durante diciembre son experiencias que viví en primera persona. Paseé por esos mismos lugares, me sumergí en las luces y el frío de la Gran Manzana, y quedé completamente enamorada. Es un viaje que marcó tanto mi vida como la novela, y creo que esa autenticidad se refleja en las páginas, transportando a los lectores a esa mágica experiencia navideña.


Mercadillos navideños: Un trocito de Barcelona en mis novelas


Los mercadillos navideños son otra de las constantes que aparecen en mis libros, como en *Amores y Amistades* o en *Las diosas del tardeo*. Estos escenarios están inspirados en el famoso mercadillo de Navidad que se monta cada año en la plaza de la catedral de Barcelona. Es un lugar que visito siempre que puedo, y se ha convertido en una pequeña tradición para mí. Ese ambiente festivo, lleno de luces, colores y aromas a dulces y castañas, tenía que formar parte de mis historias. ¡Es imposible resistirse a escribir sobre ello cuando lo has vivido tantas veces!


La vida cotidiana: Un lienzo para la creatividad


Mi vida, aunque pueda parecer simple y rutinaria, es el lienzo sobre el que pinto mis historias. Los pequeños momentos, las experiencias cotidianas y los lugares que visito son las semillas de las que nacen mis novelas. Desde un rincón en Barcelona hasta un viaje inolvidable a Nueva York, todo lo que me rodea tiene el potencial de convertirse en parte de una nueva aventura literaria. Como escritora, me encanta darle un giro creativo a lo que vivo y, sobre todo, compartirlo con quienes leen mis historias.



La próxima vez que leas una de mis novelas, fíjate en los pequeños detalles, ¡quién sabe! Puede que hayas estado en ese mismo café, caminado por ese mercado o vivido una experiencia parecida en una ciudad tan mágica como Nueva York.

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